Publicado el 20/07/2010 19:15
Como era de esperarse, el buque insignia de la marca de los cuatro aros emplea el ASF o Audi Space Frame, un bastidor hecho casi enteramente en aluminio que además de otorgarle una excelente rigidez estructural, le permite contener el peso “a raya” a pesar de la enorme carga tecnológica.
Bajo el cofre, el nuevo A8 lleva el conocido V8 de 4.2 litros que ya tenía en la generación anterior, pero con algunas modificaciones en la gestión electrónica que además de reducir el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, le permite subir de 350 a 372 caballos de potencia, con los que puede acelerar de forma contundente más no espectacular. Si bien el auto se nota ágil y hasta cierto punto ligero tomando en cuenta sus dimensiones, resulta claramente menos brioso que sus rivales de BMW y Mercedes-Benz.
Haciendo equipo con dicho motor, Audi estrena una nueva transmisión automática de 8 velocidades hecha por ZF, que además de funcionar de manera suave y con cambios prácticamente imperceptibles, le ayuda a extraer el máximo rendimiento al motor. Como detalle curioso, la palanca de velocidades tiene una forma poco usual, con un accionamiento que ya no es mecánico sino electrónico.
Mediante la complicada interfaz MMI, se pueden ajustar una infinidad de elementos del A8, desde el climatizador hasta la respuesta del bastidor, pasando por el navegador y las funciones del sistema de audio.
En materia de equipamiento, el A8 puede tener un sistema que alerta sobre un cambio de carril involuntario, y ya no solo porque detecte al auto que rueda junto a nosotros, sino porque puede reconocer las líneas en el pavimento; se acompaña de un sistema que detecta objetos en el punto ciego. También puede tener un sistema de visión nocturna que nos permite observar peatones o animales que sean indetectables a simple vista proyectando una imagen en color rojo sobre la pantalla. También puede tener un control de crucero completamente automático, capaz de detener el auto por completo en caso de que el tráfico se detenga; el sistema también es capaz de recuperar la velocidad programada por sí mismo.
Otra de las principales novedades es que puede tener un sistema denominado Pre-Sense, que trabajando en conjunto con el cruise control activo, le permite actuar en caso de una colisión por impacto, tensando los cinturones de seguridad, ajustando los asientos, cerrando todas las ventanas, endureciendo la suspensión para que la carrocería no cabecee, aplicando la máxima presión en los frenos y encendiendo las luces intermitentes.
El nuevo Audi A8 ya se encuentra a la venta con un rango de precios que va de los 113 mil a los 129 mil dólares, dependiendo del nivel de equipamiento que monte. En cualquier caso la carrocería es la misma (la “corta” de 513 cm) y el motor el 4.2 litros de gasolina. Audi también comentó que evalúa la posibilidad de incorporar en el futuro los motores 4.2 TDI y 6.4 W12 a la gama.
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