Publicado el 24/06/2013 23:15
Los sometidos a colisión fueron los Nissan Tsuru, Renault Clio Mio (segunda generación), Suzuki Alto K10 y Celerio, Chevrolet Agile y SEAT Leon. Los Suzuki, el Chevrolet y el Renault no están a la venta en México, pero sí están presentes en otros países en la región.
Los tests se llevaron a cabo bajo los mas recientes estándares del LatinNCAP, que calificará con cinco estrellas solo a aquellos automóviles con frenos antibloqueo (ABS) de cuatro canales, alerta por olvido de uso del cinturón, advertencia de peligro de airbag activado de posicionar una silla de niño en el asiento frontal y que superen un choque lateral estandarizado de acuerdo a la Regulación 95 de las Naciones Unidas.
Del grupo, solo el Leon y el Celerio salieron con valoraciones favorables, siendo el SEAT el primer auto en la historia del LatinNCAP (que difundió sus primeras pruebas en octubre de 2010) en completar las cinco estrellas para adultos (cuatro para niños). El Suzuki alcanzó cuatro estrellas para adultos y dos para pasajeros infantes.
De ahí en adelante, el Alto K10, Agile, Tsuru y Clio, marcaron cero estrellas al momento de minimizar lesiones a ocupantes adultos, no solo por la ausencia de bolsas de aire sino por el colapso de la estructura del habitáculo (aquella que tiene que aguantar la fuerza del impacto después de las zonas de deformación).
Con el Nissan, el LatinNCAP afirmó que tomó más de 45 minutos poder acceder al muñeco a bordo mientras se retiraba la puerta con una herramienta especial. En el Alto los índices de protección al conductor fueron de un nivel "pobre" (expuesto en color rojo en los gráficos del LatinNCAP) en casi todo el cuerpo, salvo el cuello (marginal) y la canilla izquierda.
El Alto K10 mostró tres estrellas en seguridad a niños, contra dos en el Clio, una en el Agile y cero en el Tsuru, pues éste último –en la unidad probada– (versión básica), al carecer de anclajes de fijación de sillas infantiles e incluso de cinturones de tres puntos, se ensayó solo con dos ocupantes, debido a que se consideró imposible la instalación adecuada de un asiento infantil.
A partir de 2015, los criterios incrementarán su rigurosidad y así hasta llegar al objetivo de tenerlos a la altura de regiones del mundo mejor desarrolladas. Se exigirá, por ejemplo, la inclusión del ESP o ESC (control electrónico de estabilidad), cuya presencia en muchos productos oriundos de esta parte del mundo se limita debido a que los sistemas del ABS no están totalmente actualizados.
Según declaraciones de representantes del LatinNCAP, los siniestros son la primera causa de muertes en la región aún por encima de reconocidos problemas de salud pública. El índice es de 17 decesos por cada 1,000 habitantes.
Una de las conclusiones a las que se apuntó es que los airbags no son suficientes, pues en caso de accidente, si la estructura es deficiente y colapsa, las bolsas de aire pierden su utilidad. Es por eso que el LatinNCAP aspira a que los gobiernos locales establezcan también la exigencia de la reglamentación técnica UN94 de las Naciones Unidas, que velaría por medios de transporte más seguros en dicho apartado e iría mucho más allá de la dotación de ciertos accesorios de seguridad pasiva. Adicionalmente, se espera que se pida y vigile más el uso de Sistemas de Retención Infantiles (SRI).
Otra problemática expuesta es que ante la falta de regulaciones y de laboratorios locales (ellos hacen sus exámenes en uno correspondiente al ADAC alemán), se dificulta el control en cuanto a la venta de vehículos inseguros, lo que se ve reflejado en especial en países líderes en fabricación.
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