Publicado el 03/04/2013 20:15
Justo cuando Porsche celebra las cinco décadas del auto que más representa su identidad como marca, se revela la variante turbocargada que, por cierto, cumple 40 años desde que se vio por primera vez en forma de prototipo.
Continúa siendo de tracción integral, tal como su predecesor, con mejoras que permiten enviar más fuerza, de poderse, a las ruedas delanteras.
El propulsor es un seis en línea (cómo no) de 3.8 litros, doble turbocargador de geometría variable y 520 caballos en el caso del Turbo, que se suben hasta los 560 en el Turbo S. La caja es una de doble embrague (PDK) con siete marchas. Siguiendo la tendencia de contener de consumo –en especial en ciudad–, se integra el dispositivo start/stop para detenciones temporales, lo que ayuda en parte (junto al desacople del motor al desacelerar a ritmos constantes, modo “a vela”), a que el medio homologado se haya reducido hasta en un 16%, llegando a valores de 10.3 kilómetros por litro.
La velocidad máxima anunciada es de 318 km/h y el “0 a 100” se completa en 3.2 segundos en el Turbo y 3.1 en el Turbo S. El Turbo S, de acuerdo a declaraciones del fabricante, bajó de los siete minutos y 30 segundos su tiempo alrededor de Nürburgring.
Con respecto a un Carrera 4, los paneles de la carrocería son 28 milímetros más anchos. Los rines de 20 pulgadas son monoperno en el Turbo S, que de serie presenta también faros con tecnología LED en todas las funciones y control por cámara de las luces plenas, además de los frenos carbono-cerámicos.
La nueva dirección a las ruedas traseras consiste en unos dispositivos electro-mecánicos que reemplazan a los brazos de la suspensión convencionales. El ángulo varía un máximo de 2.8 grados y hasta 50 km/h, las llantas giran en dirección contraria a las delanteras con el fin de favorecer la maniobrabilidad, pues según Porsche, es como si se acortara la distancia entre ejes en 250 mm. A partir de 80 km/h, en cambio, las ruedas cambian su trayectoria en paralelo al eje frontal, aumentando virtualmente la batalla en 500 milímetros (dicha cifra creció 100 milímetros contra el anterior 911 Turbo) y contribuyendo a la estabilidad a altas velocidades.
Otra novedad es la aerodinámica activa, con un alerón delantero y trasero, ambos con tres posibles posiciones, que se despliegan de acuerdo a las necesidades específicas, ya sea un máximo apoyo al piso o una mayor eficiencia en el uso de combustible.
Leer en integridad sobre www.automovilonline.com.mx