Publicado el 17/03/2013 20:15
Se trata de un Mercedes-Benz 300 SL Gullwing, restaurado por Fernando Gómez Urquiza.
El raro coupé, de 1956 (este deportivo se hizo de 1954 a 1957), es una de cuatro unidades en el mundo en esa particular combinación de color exterior e interior. De la producción del "alas de gaviota", que totalizó 1.400 autos, hay en México menos de diez.
Con un seis en línea aspirado de tres litros e inyección mecánica, el Gullwing entregaba 215 caballos y un torque máximo de 275 Nm, suficientes para propulsar sus 1.3 toneladas hasta más de 240 km/h, cifras sorprendentes para la época.
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