Publicado el 08/01/2013 04:15
Desde su concepción, se perfiló como un crossover que se distinguiera por ofrecer una grata sensación de conducción, en gran medida por el cuidadoso trabajo de ingenería de todos sus compenentes mecánicos y de construcción. Sin embargo, se necesitaba algo más que un eficiente motor, y para el modelo 2014 llega a los pisos de venta la opción del propulsor de cuatro cilindros con 2.5 litros de desplazamiento que desarrolla 185 caballos de fuerza, asociado a una precisa transmisión automática de seis velocidades. Tomando como referencia las reacciones del pequeño motor de dos litros, comparado con el de 2.5 litros, las diferencias son palpables tanto en el arranque, rebases y recuperaciones. Además, aprovecha mejor sus bondades dinámicas, mostrando excelentes notas en caminos sinuosos, así como un rodamiento muy satisfactorio. Otro aspecto que nos sigue gustando mucho es la percepción de calidad de construcción y de acabados, con uso de materiales muy agradables tanto a la vista como al tacto. La posición de conducción es muy cómoda, gracias a que los asientos ofrecen un correcto soporte al cuerpo y de no ser por la mayor altura al piso, juraría que va al volante de un hatchback compacto. Con la finalidad de atraer a más clientes, Mazda renueva el abanico de opciones y destinará el motor de 2.5 litros sólo para las variantes de mayor equipamiento, incluyendo el sistema de tracción integral permanente. El rango de precios va de 319,900 hasta 440,900 pesos, con una expectativa de ventas de mil unidades al año. La pelea en el segmento de las SUVs lights es cada vez más reñido y Mazda tiene muy bien puestos los guantes.
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