Publicado el 11/12/2012 19:15
Unidad probada
380 mil pesos (estimado)
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Intimidades
El usufructo de un nombre y siglas tan representativas no debería estar permitida a cualquiera que legalmente las posea. Así ocurre con este Dart R/T, cuyas pretensiones dinámicas y orientación comercial soslayan por completo esa herencia de los ejemplares Dodge. El nombre de Dart era sinónimo de vehículo asequible, fácil de llevar y confiable. Mientras, las siglas R/T (Road/Track, camino y pista), ya habían sido desvirtuadas con ejemplares como el Intrepid o el último Neon, que en aquellos años tenían la justificación de un motor ligeramente más potente acompañado de una estética llamativa de corte deportivo. Sin embargo, los primeros R/T sí poseyeron ese carácter deportivo que los hiciera tan memorables al punto de que todavía son siglas de respeto, al menos entre los seguidores de la casa norteamericana.
Creado a partir de una plataforma moderna y efectiva -base del actual Alfa Romeo Giulietta y Fiat Bravo-, este Dart gana centímetros en su distancia entre ejes (6.9) y por consecuencia a lo largo (467 vs 435) respecto al ejemplar de Alfa Romeo para satisfacer las medidas mínimas necesarias del mercado norteamericano en cajuela y cotas internas. Sin embargo, las formas fluídas y armoniosas sugieren una propuesta de estilo muy diferente al matrimonio italo-estadounidense: los faros alargados, las curvas y trazos en los laterales parecen una interpretación asiática que satisface a la mayoría de los gustos, sobre todo a los clientes más jóvenes. Sólo la calavera alargada y fina que domina toda la cajuela así como el doble escape sí declaran su afinidad con la casa Dodge. Mientras, la parrilla pequeña saluda a su donante europeo, el Giulietta.
Por dentro, la estética y calidad de ensambles sorprende, sobre todo si miramos los anteriores productos de la casa Dodge. Existe un diseño atractivo y moderno, explicado en la consideración de las dos pantallas. La primera, en la consola frontal -donde se controla todo el infotenimiento- como la central alojada en la cúpula de información. Aquí se despliega el velocímetro como una representación digital muy bien lograda, donde también pueden admirarse más funciones o ajustes del automóvil al pulso de un botón. En este sentido, Dodge sí puede presumir niveles avanzados de esmero y calidad en su producto, por lo menos en la zona que interactúa con mayor frecuencia hacia los usuarios del vehículo.
Los asientos ofrecen un aspecto interesante, de intención deportiva en función de las costuras rojas de las vestiduras de piel. Además, hay ribetes en el tablero y vivos en rojo que enfatizan el talante R/T de sus siglas. Su habitabilidad resulta acorde a la demanda del segmento que ataca, los sedanes compactos, con capacidad para cinco adultos medianos.
Donde la divergencia entre los ingenieros italianos y estadounidenses marca su mayor distancia ocurre debajo de la piel metálica. El propulsor, un cuatro cilindros de 2.4 litros y 184 HP llamado pomposamente TigerShark, no posee nervio ni empuje suficiente para declararlo deportivo, ni siquiera resulta suficiente para las pretensiones ágiles de este Dart. El motor apenas demuestra fuerza por arriba de las 4,000 rpm y, pese los esfuerzos de la bien escalonada transmisión automática de seis relaciones, no hay manera de extraer más energía. Si recurrimos al modo secuencial -el célebre AutoStick-, podemos conseguir una mejor actuación pero nos obliga a mantener por arriba de las 5,000 vueltas al 2.4 litros. En este modo incluso tolera el corte de inyección sin cambiar pero tampoco se gana más torque. Queda claro que su orientación es ahorrativa, porque sólo en zonas muy planas, de preferencia a baja altitud, observa un desempeño más consistente -jamás deportivo-, procurando las mejores cifras de kilometraje cuando el motor gire por debajo de las 3,000 rpm.
Otro rubro donde pareciera que hubo choque de opiniones entre los técnicos de ambas casas ocurre en la suspensión: porque prevalece el calibrado duro más que firme de los europeos combinado con la economía constructiva de los norteamericanos. Resultado: una marcha áspera, molesta en pavimentos irregulares, sólo válida en carreteras tersas y bien trazadas. Allí donde se encuentren, el Dart puede mostrarse ágil y entretenido, que no divertido, siempre bajo la consigna de que presenta un subviraje pesado en el trazo de curvas cerradas ocasión de la mayor concentración de masa al frente. En tanto la dirección retroalimenta bien, sin mayor compromiso pues frente una actitud tan sosa no hay manera de corregirla. Cabe aclarar que el auto que tuvimos para pruebas se consideraba de pre-prducción y quedamos a la espera de probar una unidad final para ver si hay diferencias en desempeño y calidad de marcha.
A descargo de estas actitudes muy alejadas de la magia R/T, figuran los frenos, cuyo tacto es firme, su respuesta casi inmediata y posee buen mordiente, lo que facilita ese raro viaje de exigencia dinámica en vías rápidas correctamente terminadas, o cuando surgen las emergencias o inesperados.
A esperar El Dart R/T arriba más apoyado en la nostalgia de su nombre que en la realidad de su dinamismo. Parece que su precio rondará los 380 mil pesos, colocándose en una esfera distante en cuanto a la idea accesible del Dart original. Una etiqueta elevada si consideramos que este costo se acerca a los sedanes medianos de entrada como el Ford Fusión o Nissan Altima. Claro, no poseen toda la carga tecnológica como las 10 bolsas de aire o el sistema de navegación, pero se acercan mucho en casi todo lo demás, y hasta mejoran sensiblemente en el apartado de desempeño.
Al final no basta una estética llamativa, ni un nombre clásico o un apelativo distinguido, tiene que venir acompañado de más elementos que marquen amplias diferencias, aunque la última palabra, como siempre, la tienen ustedes.
FICHA TÉCNICA DODGE DART R/T
Motor | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | Cuatro en línea |
Bloque / cabeza | Aluminio / aluminio |
Distribución | SOHC, 16 válvulas |
Alimentación | Inyección multipunto con MultiAir |
Cilindrada | 2,360 cc / 2.4 l |
Diámetro x carrera | 88.0 x 97.0 mm |
Compresión | 10.0:1 |
Combustible | Gasolina, 89 oct |
Potencia máxima | 184 HP a 6,250 rpm |
Par máximo | 200 Nm (171 lb-pie) a 4,800 rpm |
Transmisión | |
Caja | Automática, 6 velocidades |
Tracción | Delantera |
Embrague | Convertidor de par |
Relación diferencial | 3.20 :1 |
Bastidor | |
Susp. del. | MacPherson c/brazo “L” |
Susp. tras. | Multibrazo, 3 elem. |
Elem. elástico | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí / sí |
Frenos del. | Discos vent., 305 mm |
Frenos tras. | Discos sólidos, 264 mm |
Asistencias | ABS, ESC, ERM (antivuelco) |
Dirección | Eléctrica |
Giros / ø volante | 2.3 / 38 cm |
Diámetro de giro | 11.5 m |
Neumáticos | 225/40 R18 92H |
RENDIMIENTOS | |
Vel. máxima | No disponible |
Acel. 0-100 km/h | N.D. |
Consumo en ciudad | 10.5 km/l |
Consumo en carretera | 15.1 km/l |
Consumo medio | 12.8 km/l |
Emisiones de CO2 | 205 gr/km |
Aceleraciones | |
0-100 km/h | 14.65 s |
0-120 km/h | 20.08 s |
0-140 km/h | 28.10 s |
0-160 km/h | 38.38 s |
0-400 m | 19.59 s |
0-1,000 m | 35.26 s |
Rebases | |
20-120 km/h | 19.08 s |
50-120 km/h | 15.38 s |
80-120 km/h | 10.68 s |
Frenadas | |
160-0 km/h | -- |
140-0 km/h | 92.5 m |
120-0 km/h | 63.6 m |
100-0 km/h | 42.7 m |
Consumos | km/h |
Ciudad | 25 |
Carretera | 108 |
Media (70, 30%) | 50 |
Autonomía media | 696 km |
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