Publicado el 27/12/2012 20:16
Hay accidentes que, a priori, parecen inevitables. El mejor ejemplo es el que aparece en este vídeo, en el que solo los reflejos y la habilidad del conductor le permiten salvarse por los pelos de un grave siniestro. Tras esquivar a un camión que se echa a su carril cuando está a punto de adelantarlo...
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