Publicado el 22/10/2012 21:15
En los tiempos en que los autos verdes, las verduras orgáncias y el slow food parecen estar en pleno apogeo, la ahora marca SRT trae de nueva cuenta a los reflectores de los superdeportivos americanos al Viper, aquel dos plazas para muchos grotesco y crudo que hizo las delicias de los amantes de los sportcar gringos vía un motor bestial y hacer de su conducción un reto.
Pero los tiempos cambian, la empresa ha pasado por situaciones graves y el presupuesto no es precisamente sobrado para revivir al musculoso Viper y aún con ello, la firma ha logrado darle al coupé un giro de tuerca (en realidad más de uno) para colocarlo como la referencia de los americanos de alto desempeño, justo meses antes de que Chevrolet presente una nueva generación del popular Corvette.
Revolucionado
Con muchos menos años encima que el icónico de Chevrolet, SRT ha logrado darle al Viper una posición privilegiada en el mundo de los autos de alto desempeño y siendo sinceros, no tuvieron que romperse mucho la cabeza para conseguirlo: simplemente hicieron bien o mejoraron lo que el Viper había descuidado o dejado un poco de lado. Ahora el interior es un cambio radical; sí, sigue siendo el de un típico auto americano, pero con una calidad de materiales de primera (e incluso personalizable a gusto del cliente por cerca de 3 mil dólares con piel de la mejor calidad en todo el interior). Un diseño más acorde con el exterior y una carga tecnológica que, si bien no lo pone como el benchmark, sí lo hace competitivo, aunque recordemos que lo suyo lo suyo es la pista.
El cambio más agradecido es el espacio interior. El nuevo Viper echa mano de un 90% de piezas nuevas en el bastidor, el 10% corresponde a la anterior suspensión trasera, mejorada, para entregar mejor el torque a las ruedas posteriores; este cambio permite al conductor sentarse más abajo y, por lo tanto, tener mayor altura para la cabeza (sí, con caso considerado) y un mayor rango de recorrido distancia del asiento (90 mm). Asímismo se emplean asientos tipo baquet que sujetan sin queja al conductor y que incluso no son incómodos. Del resto destaca un nuevo cluster en la corriente hitech de los autos americanos, con diferentes pantallas configurables, apps y una nueva pantalla central touch que puede llevar el renovado U-Connect con todas las funciones operables con un simple toque.
Refinado
Dinámicamente ahora el track delantero es igual al posterior; se rediseño por completo la suspensión frontal y se corrigió la anterior dirección para hacerlo más preciso. Si el Viper es rápido en el eje posterior, ahora se puede responder de igual modo con el delantero. El equilibrio es impresionante, no tenemos más una nariz saltona y el nerviosismo del auto pasó a mejor vida.
Si contamos con la suerte de tener un GTS con el track package, entre otras cosas podemos contar con un par de settings en los amortiguadores para variar su dureza, así como 3 modos de asistencia en el ESP, pero nada más; nada de cuestiones como torquering vectorial control o variación en la respuesta del motor o dirección, no, es un Viper, lo queremos lo más crudo que se pueda comer, pero que no caiga mal.
Pronto tendremos el auto en México para hacerle una prueba a fondo, con todo nuestro equipo y desmenuzar todos sus detalles. Lo cierto es que este primer contacto en el circuito de Sonoma nos permitió conocer a un Viper bronco, muy agresivo pero sumamente fácil de llevar, con un límite muy alto para perder la compostura y no dejar de sonreír a cada cambio de velocidad que hacemos por encima de las 6,000 rpm.
Finalmente el famoso deportivo ya puede presumir de tener el desempeño suficiente para competir contra cualquier modelo de alto desempeño, sin importar la latitud en la que se encuentre.
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