Publicado el 24/06/2010 00:15
Como siempre en el mundo automotriz, la gran mayoría de los productos requieren de una renovación que conlleva mejoras que le dan un nuevo impulso a sus ventas. En este caso, le llegó el turno a la Grand Cherokee, que nos presenta una cantidad importante avances que llaman poderosamente la atención.
Para empezar encontramos un diseño más robusto, afilado y llamativo pero que conserva ese distintivo aire con el nació y con el que se identifica de inmediato. Nos presenta también un crecimiento en todas las medidas y en la distancia entre ejes con un beneficio palpable en el espacio interior, sobre todo en la banca trasera que ahora puede recibir con comodidad a personas de más de 1.80 de altura sin que sus rodillas peguen en el respaldo.
El interior nos regala una impresionante selección de materiales y ensamble que no se le había visto a la marca en ningún otro automóvil y destaca por la sobriedad y elegancia que entrega, con madera de verdad y una vestidura de piel de un tacto muy suave.
También tenemos un incremento sustancial del aislamiento acústico, ya que no pudimos escuchar crujidos ni ruidos de la suspensión, aún pasando sobre terracerías maltratadas a buena velocidad. Una de las grandes mejoras, es la utilización de un nuevo eje trasero independiente que manda a la congeladora el arcaico eje rígido. La rigidez torsional se mejoró en 146%, lo que combinado con la nueva suspensión regala un increíble y muy estable régimen de marcha que permite viajar a 180 km/h con una seguridad y tranquilidad absolutamente insospechadas.
Parte de estas ventajas se deben al uso de la plataforma de la Mercedes Benz ML, uno de los últimos tratos antes de disolver la sociedad. El equipamiento en las cinco versiones que se van a manejar es como siempre, bastante generoso, ya que hablando de seguridad por ejemplo, todas las camionetas vienen con control de estabilidad y tracción, bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, frenos ABS con asistente de frenado de emergencia, asistente de arranque en subidas y control de descenso de pendientes, monitor de presión de llantas y sistema de cabeceras activas.
La otra gran novedad es la implementación del nuevo motor Pentastar, un V6 multiválvular con apertura variable en las válvulas de admisión de 3.6 litros que genera 290 hp y 260 libras pie de torque que aunque no es tan contundente como el V8, permite muy buenas prestaciones pero no nos engañemos, ya que lo tenemos que probar en el D.F., porque al nivel del mar todos los motores siempre respiran de maravilla. La gama de precios arrancará sobre los 430,000 pesos por una Laredo Lujo V6 4X2 y terminará en una Overland V8 4X4 con 640,000 pesos. Espere muy pronto una prueba completa con todos duros que nos caracterizan.
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