Publicado el 29/05/2012 23:15
Toyota avanza 2013, precio 208,400 mil pesos
NOS GUSTA
El bajo gasto de combustible.
El selector de la caja.
La buena visibilidad.
NOS GUSTARÍA
Un motor más potente.
Frenos ABS, más airbags.
Una suspensión más suave.
Intimidades
El estéreo es de carátula desmontable; su cajita viene en la guantera.Los portamapas son amplios y acomodan varios tamaños de botella. Muy bueno.
Los discos de frenos delanteros son sólidos. Pueden sufrir fatiga.Al inicio, las perillas del aire acondicionado confunden porque no son claras sus marcas o posiciones.El estéreo permite conexión USB, reproductores MP3 de la manzana e incluso la opción auxiliar.
Si la premisa dominante en la búsqueda de un automovilista es el máximo número de plazas al menor precio posible, la Toyota Avanza resulta sin duda la solución ideal. No importa que carezca de frenos ABS aunque sí cuenta con bolsa de aire para el conductor, pues su ambiente urbano no lo requiere, según el punto de vista de los directivos de la casa nipona.
Pero como no existe legislación en este México tan improvisado que exija vehículos con sistemas de seguridad dinámica de hoy, podemos acceder a ejemplares quizá anticuados en su concepto, pero muy válidos para esa transportación múltiple tan deseada entre cierta clase de automovilistas.
Las formas conocidas de la Avanza inspiradas en la carrocería miniván no cambian, pero los nuevos grupos ópticos aseguran un rostro fresco y, por qué no, hasta atractivo. Sin embargo, el interior sufre la mayor transformación con un tablero nuevo, mandos del aire acondicionado más grandes, así como relojes e incluso volante nuevos. Mientras, la palanca de velocidades recurre a un selector escalonado, que evoca a modelos ya superados como la anterior Sienna. No obstante, los asientos y todo lo demás posee casi el mismo diseño del modelo anterior. Destacan los ensambles, sello de la casa, pero los materiales no resultan tan agradables al tacto. A pesar de contar con siete plazas, el volumen interno resulta exiguo: sólo para personas medianas a cortas; olvídese de humanos con altura superior al 1.80 metros.
En cuanto al tren motor, tampoco se reportan grandes cambios. Sigue el mismo 1.5 litros con tecnología VVT-i, con una potencia final de casi 100 HP. El par no pierde nada (104 lb-pie). Y la transmisión automática -la básica sigue siendo manual de cinco- sólo posee cuatro relaciones. Eso sí, puede jugarse mejor con el selector y en ocasiones la caja observa cierta actitud proactiva, reduciendo una relación en caso de una frenada relativamente fuerte. El chasis exhibe una marcha saltona, ocasionada en buena medida por su eje rígido posterior, así como una calibración pensada para caminos del tercer mundo o de bajos recursos.
Toda esta dureza o fortaleza se traduce en un comportamiento inexacto en el abordaje de curvas o cambios de carril, también falto de retroalimentación en virtud de una dirección muy laxa. Nada recomendable rodar a velocidades superiores a los tres digítos porque el lancheo, ese viejo comportamiento de hace décadas presente en autos norteamericanos veteranos, surge y condiciona la conducción a ritmos más moderados. A tono, los suaves frenos tampoco inducen tanta confianza en caso de una detención emergente, sin olvidarnos de la ausencia de ABS. A favor, su gasto de combustible resulta admirable, perfecto para el automovilista tipo al que se dirige este producto malayo.
SÓLO EN CIUDAD
Dadas sus cualidades, la Toyota Avanza convence más por su bajo costo -poco menos de 210 mil pesos en la versión analizada- y capacidad de carga que por sus virtudes dinámicas, valederas en rutas urbanas no tan exigentes en lo dinámico, pero sí demandantes en cuanto a la movilidad grupal o familiar.
Sin duda, la fama de la casa japonesa aunada a la excelente confiabilidad de sus productos logran un vehículo de buena aceptación en el mercado mexicano, a pesar de sus carencias electrónicas pero un seductor bajo costo.
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