Publicado el 26/05/2012 02:15
En la anterior generación de la SUV de la armadora de Stuttgart la variante GTS resultó un éxito con ventas por encima de las 15 mil unidades en su tiempo de vida. Las características de la renovación de esta variante son más que suficientes para convertirla en una de las más deseadas.
En el apartado estético los cambios son pocos, pero muy significativos. Las entradas de aire más grandes al frente y los grupos ópticos, obscurecidos en ambos extremos, son herencia la hermana más potente. Además cuenta con colores exclusivos, rines tipo RS, salpicaderas ensanchadas y detalles al color de la carrocería, marcos de las puertas y otros detalles en negro brillante y mucho más. Un par de cambios importantes y que le dan mucho carácter son el spoiler de doble perfil y las salidas de escape en negro mate.
El interior sufre también algunas modificaciones con el uso extensivo de piel y alcántara, aunque las costuras y logos al color de la carrocería son opcionales, al igual que el paquete Sport Chrono, asientos ventilados y calefactados, entre otros.
Donde el equipo de Porsche mete la mano de lleno y para darle ese toque tan característico a la Cayenne GTS es en el aspecto mecánico. El propulsor V8 de 4.8 litros entrega 420 caballos de potencia y 515 Nm de par – 20 HP y 15 Nm más que en la versión S -.
Puede parecer poca la ganancia, pero esa potencia se entrega rápidamente a los neumáticos gracias a una transmisión Tiptronic S de ocho relaciones cortas que le da una velocidad de respuesta impensable para un auto de poco más de dos toneladas.
El chasis fue revisado y modificado y cuando se equipa la suspensión metálica es 24 mm más baja que la Cayenne S, lo que se traduce en un centro de gravedad también más bajo. El ancho de vía delantero y trasero también creció.
Todo esto se traduce en un vehículo con una clara tendencia deportiva y una agilidad que dejará con la boca abierta a propios y extraños. En modo Sport no sólo cambia el modo en que todo el tren motor responde, sino que la acústica del V8 normalmente aspirado también es modificada. El bramido es adictivo en cualquier rango de tacómetro y la imitación del punta-talón en las frenadas de la caja se vuelve una costumbre para escucharlo una y otra vez sin parar. Si existiera un botón que diera esta acústica sin el resto de los cambios, estaría encendido todo el tiempo.
Los enormes frenos perforados son brutales. La detención de cualquier velocidad es inmediata y con control total. Durante nuestra prueba en un pequeño circuito no mostraron fatiga alguna. La dirección es precisa y hay poco balanceo de la carrocería en los cambios de sentido muy bruscos lo que se traduce en mucha confianza al momento de enlazar las curvas.
La nueva Cayenne GTS se perfila como la opción, y lo declara la marca, para el cliente que desea un auto con mejores y más pulidas sensaciones de manejo, con una dinámica más pulida y con una sensación al volante de diversión pura.
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