Publicado el 20/03/2012 19:15
De acuerdo con informaciones del DTF, o Diesel Technology Forum, el mercado automotor de Estados Unidos ha cambiado su comportamiento de forma clara en los últimos meses y años, que se refleja en cosas como que en los últimos cuatro años el segmento de compactos y subcompactos ha crecido casi un 25%.
Pero no sólo eso, ya que los motores a diesel se han vuelto el nuevo objeto del deseo para el conductor norteamericano. Para ponerle números, los coches diesel crecieron en ventas un 35% durante el primer trimestre del año frente al mismo periodo del 2011, siendo el VW Jetta el modelo que se ha llevado todo, absolutamente todo. ¿Por qué?, pues simplemente porque el compacto poblano representa nada más y nada menos que un 44% del total de las ventas diesel en aquél país. A su vez, un 58% de las ventas del Jetta en EUA corresponden a la versión TDI.
Con estos números, el Jetta TDI es el rey absoluto del mercado diesel, y es que si bien otros modelos como el Audi A3 tienen aún más venta porcentual de diesel que el VW (60%), el volumen total del VW es mucho mayor. Así las cosas, el porcentaje de participación de mercado de los modelos diesel en Estados Unidos apenas supera el 3%, que hoy por hoy pudiera no parecer demasiado, pero está creciendo y lo hace de forma contundente. Para contrastar, el porcentaje de los híbridos ha caído de forma constante en los últimos tres años, pasando de 2.7 a 2.4 y finalmente a 2.1% el año pasado.
Actualmente, existen en EUA unos 25 modelos diesel a la venta, que de acuerdo con una estimación de Bosch, esa oferta se duplicará para 2014. También pronostican que el porcentaje de participación diesel crecerá hasta un 10% tan pronto como en 2015.
Estos números quieren decir sólo una cosa: la era dorada del coche diesel en EUA está comenzando. Y es que el Jetta ha servido como el experimento que todas las marcas estaban esperando, al grado de que la propia VW ha ampliado esa oferta a gran parte de su gama: Golf, Passat y, próximamente, el nuevo Beetle.
Otros que ya entendieron la tendencia y que lógicamente desean su rebanada de pastel son, entre otros, Porsche, que introducirá al mercado su Cayenne diesel, mientras que Audi ya anunció que el próximo año llevará A6, A8 y Q5 TDI’s. El A4 pudiera tardar un poco más. Mercedes-Benz no se queda atrás y también anticipó que pronto habrá diesel para Clase C, GLK y Clase S, a los que se sumarán otros modelos para hacer un total de ocho para 2014.
Por su parte, Mazda se convertirá en el primer fabricante asiático en introducir el diesel a EUA, cuando lleve su motor SkyActiv-D de 2.2 litros, quizá de la mano de la nueva CX-5. GM también levantó ya la mano, diciendo que Cadillac ATS y Chevrolet Cruze harán lo propio en 2013.
Finalmente, Chrysler y Ford también participarán en esta fulgurante tendencia. El primero en llegar pudiera ser la Grand Cherokee CRD, a la que seguirían algunos otros modelos que no están especificados. Una nueva Dakota pudiera sumarse a la oferta diesel de Chrysler, aunque no mayores datos. La marca del óvalo azul no anticipó nada en cuanto a vehículos de pasajeros, pero promete diesel para la Transit “full size” que sale a la venta el año que viene.
¿Y qué pasa en México? ¿Por qué no despega la venta de diesel ni crece la oferta? Las razones son simples y escabrosas. Mientras no invirtamos en refinación, sigamos importando combustibles y no exista competencia en materia de petróleo, tendremos que conformarnos con combustibles caros y de mala calidad.
Las marcas no traen sus modelos diesel a México porque sus motores –de elevada carga tecnológica- han sido desarrollados para funcionar con diesel ultra limpio, o Diesel UBA, ya que los nuevos inyectores piezo eléctricos y los filtros de partículas (DPF) se tapan mucho más pronto con un diesel como el mexicano. Que mal que en nuestro país sean sólo las ciudades fronterizas las que se beneficien de combustibles de mayor calidad.
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