Publicado el 06/02/2012 21:15
Mercedes nos sorprendió en el Salón de Shanghai de 2011 con su concepto del futuro Clase A. Ahora llega a Ginebra tal y como lo veremos a seguramente a finales de año en los concesionarios. Pocos o ningún rasgo en común con su antecesor. “Se ha partido de cero, comenta el presidente de Mercedes-Benz Cars, Dieter Zetsche. Es un vehículo nuevo hasta el último de sus detalles”.
¿No parece así? Adiós al monovolumen, adiós a la elevada postura de conducción… Entramos en la nueva era Mercedes. Más coupé y emocional, dinámico, fresco… moderno. El frontal lo preside la estrella, rodeado como de un cielo estrellado, integrada en la parrilla al estilo de lo visto en las últimas realizaciones de la marca. Es 18 cm más bajo que el actual, situándose ahora en los 1.43 alto. Se sirve de la plataforma del Clase B por lo que crece en longitud (de 3.88 a 4.29 metros) y ligeramente en anchura (de 1.76 a 1.78), y en su oferta de motores añade más potencia, hasta los 211 HP. Todos cuentan de serie con el sistema de arranque y parada start&stop y pueden combinarse con el nuevo cambio manual de seis relaciones o, de manera opcional, con el cambio automático de doble embrague 7G-DCT.
Desde el comienzo de su desarrollo, los especialistas en altas prestaciones AMG han tomado parte en el Clase A, algo atípico en la marca, ya que desde el primer momento el modelo contará con una versión más dinámica y deportiva de AMG con el motor de gasolina de 2 litros de 211 HP, antes mencionado, que lucirá detalles específicos, tanto en su carrocería como en el interior, así como modificaciones en su tren delantero y suspensiones más deportivas. Rines de aleación AMG de 18 pulgadas y 5 radios de color negro brillante, con neumáticos 235/40 R18, pinzas de freno de color rojo y detalles AMG de color rojo en los faldones, son parte de su fuerte personalidad. Dentro, contrastes entre rojos y negro en las costuras del volante y cinturones.
El abanico de potencias es ahora mayor. Adapta las ofertadas en el Clase B, pero añade el motor de gasolina para el A250 de 211 HP. En Diesel, además de los propulsores de 1.8 litros de 109 y 136 HP, incorpora la variante de 2.2 litros de 170 HP. En el apartado más técnico, con el paquete deportivo se dispondrá de una dirección directa, concepto ya empleado antes en Mercedes, consistente en una menor desmultiplicación en los extremos del giro del volante, para facilitar las maniobras. Se evita así volver nerviosa la conducción normal, con giros pequeños de volante, como sucede con una dirección directa de desmultiplicación uniforme.
En cuanto a seguridad, desde la versión más básica, el Mercedes Clase A monta de serie el sistema de asistencia a la conducción basada en un radar con servofreno de emergencia adaptativo, con el fin de reducir el peligro de sufrir accidentes por alcance. También llegará por vez primera al Clase A el sistema Pre-Safe preventivo de protección a los ocupantes, que ya se estrenó en el Clase S en 2002.
Tres opciones de equipamiento. Urban, Style y AMG Sport. Junto al equipamiento básico, Mercedes ofrece para el Clase A infinitas opciones. Tal y como lo vimos en el concepto, podremos integrar el smartphone en el sistema de manejo visualizado del vehículo. Una aplicación específica permitirá hacer uso en el coche de todas las funciones del iPhone y, más adelante, también de otros smartphones.
Su deportivo interior se acentúa con detalles como la abertura entre el borde superior del respaldo y el reposacabezas. En el respaldo esta abertura puede iluminarse en combinación con el paquete de alumbrado y visibilidad que se ofrece como equipo opcional.
Delante de nosotros, en el puesto de conducción, cinco difusores redondos para el aire de ventilación. En el cuadro de instrumentos observamos dos generosos relojes, con instrumentos redondos en su interior. Un total de 12 teclas se reparten en su volante de tres radios.
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