Publicado el 03/01/2012 20:15
Con el Panamera, Porsche dio un nuevo motivo para fijarse en la marca de deportivos a muchos de aquellos que necesitaban o no les gustaban sus modelos de dos puertas. Con la llegada del nuevo GTS hay nada menos que nueve versiones diferentes en la gama Panamera y con un abanico de opciones ciertamente sorprendente para un modelo de esta clase y categoría y que pasan, entre otros, por un Diesel, un híbrido y un Turbo.
El Panamera GTS monta el mismo motor V8 de 4.8 litros de cilindrada que está presente en los Panamera S/4S pero convenientemente “afinado” para sacarle 30 hp más de potencia. Además de esto, el motor V8 se ha ajustado para permitir 400 rpm más de giro, alcanzando ahora su régimen máximo en las 7,100 rpm, dando un mayor carácter de deportividad.
Uno de los nuevos elementos con que se ha dotado a este motor para conseguir esta ganancia de potencia, par y revoluciones es una admisión ampliada que cuenta con dos entradas, una a la izquierda y otra a la derecha del frontal que permiten que entre mayor cantidad de aire cuando así se necesita. A poca velocidad, las trampillas están cerradas y cuando se superan las 3,500 rpm se abren con lo que se genera una mayor potencia.
Al conocedor de coches, el ruido que emanan los Porsche, le suena a música celestial. En Porsche son conscientes de ello y, por este motivo, han decidido que esta sinfonía de explosiones sea escuchada con mayor profusión en el interior del Panamera GTS. Para ello se han incorporado un botón –situado en la consola que separa a conductor y acompañante- en el interior del Panamera que, cuando se pulsa, hace que el sonido de la admisión se envíe al habitáculo. La sensación es como si el motor nos acompañara sentado en las plazas traseras. Esto se agudiza aún más cuando levantamos el pie del acelerador, y las retenciones van acompañadas de las explosiones que caracterizan a los modelos.
Al encender el Panamera GTS, el sonido del motor nos deja saber que estamos ante un deportivo con todas las letras. Y esto se nota en cuanto iniciamos la marcha. La presencia del cambio automático PDK con siete velocidades hace que la conducción sea menos complicada ya que se llega al régimen de corte con tanta facilidad que puede tomarnos por sorpresa. Una vez adaptados al cambio de marchas, podemos poner la caja en modo manual e ir cambiando de marchas con las manetas tras el volante o en la misma palanca de cambios.
Lo cierto es que, salvo en contadas ocasiones, llevando el cambio en modo automático no notamos gran diferencia con el manual. La inmediatez con que se efectúan los cambios de marcha, sobre todo cuando se trata de las reducciones, hace que perdamos el motor en una marcha más larga de la que nos parece la más adecuada y, enseguida, nos demos cuenta de que el modo automático es muy parecido al que haríamos nosotros de forma manual.
Las prestaciones son de primer nivel, como corresponde a un modelo de la marca y valga como ejemplo el hecho de que para pasar de 0 a 200 km/h necesitemos menos de 18 segundos. El consumo mixto homologado también habla mucho de lo bien afinado que esta el motor: 9.17 km/l es una cifra muy ajustada para un modelo de este porte, potencia y peso.
El Panamera GTS dispone de la suspensión neumática adaptativa PASM (Porsche Active Suspension Mangement), como parte de su equipamiento de serie. Este sistema regula nivel, altura, dureza de muelles y la amortiguación. En su nivel “normal”, el Panamera GTS es 10 mm más bajo que los S/4S y su amortiguación es siempre más dura. También cuenta con lo que Porsche denomina Paquete Sport Chrono que tiene tres modos de funcionamiento: Normal, Sport y Sport Plus. Dependiendo del modo seleccionado se consigue que las transiciones entre aceleración y desaceleración –y viceversa- sean más o menos rápidas y dinámicas. La combinación de estos elementos destinados a que su comportamiento dinámico sea el de un auténtico deportivo con los 430 hp del motor hacen que los casi 5 metros de longitud y sus casi 2 toneladas de peso apenas se dejen notar cuando queremos exprimir al máximo sus posibilidades.
La presencia de la tracción total también ayuda a que en carreteras con muchas curvas, el Panamera GTS nos permita una conducción totalmente deportiva sin ponernos en ningún aprieto. Sólo las inevitables inercias de su peso ponen el límite a la hora de afrontar los tramos virados.
El tren trasero tiene cierto efecto direccional y ayuda a meter el coche en la curva, pero siempre con una docilidad muy considerable. La electrónica juega, por supuesto, un punto muy importante en este aspecto. Otra cosa es cuando desconectamos las ayudas electrónicas. Aquí, es mejor que las manos sean expertas y la carretera un circuito cerrado. Incluso en estas condiciones, el Panamera GTS demuestra que está diseñado, fabricado y planteado como un deportivo de altos vuelos para gozar al volante.
Como en todos los Porsche, hay un elemento clave que también pone su granito de arena a la hora de velar por nuestra seguridad, y no es otro que el equipo de frenos. En el caso del Panamera GTS se recibe el mismo que el que monta su hermano mayor, el Turbo. Sólo podemos decir que es infatigable y su capacidad para detener una y otra vez el GTS es admirable.
El Panamera GTS ya se encuentra disponible en la red de concesionarios de la marca, y su precio base es de 131.831 euros ($2239,5211). Es decir 13,873 euros ($235,672) más caro que un Panamera 4S y 25,554 euros ($434,1067) que un Turbo.
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