Publicado el 16/11/2011 00:15
Tras una fría noche y caminos completamente cubiertos de nieve por la nevada que aún caía, salimos con destino a Dease Lake con la esperanza que las condiciones mejoraran notablemente ya que nos esperaban 600 kilómetros por recorrer.
Nos sorprendió lo temprano que empiezan a moverse estas ciudades y pueblos para aprovechar al máximo la luz del sol que mientras más avanzamos comienza a ser más escasa. Tras descubrir eso nosotros decidimos hacer lo mismo ya que también es impresionante como los caminos, de por sí ya poco transitados, se vacían aún más al caer el sol.
Tras un par de horas en condiciones de casi nula visibilidad pero con mucha mayor adherencia de lo que se puede pensar, logramos llegar a la siguiente gasolinera sin contratiempo alguno y aún asombrados por la velocidad con la que los tráileres ruedan en estas tierras, siendo ellos los que hacen los rebases y no los automóviles o camionetas.
Tras esta parada las cosas mejoraron notablemente para nosotros. Los caminos eran completamente visibles y el cielo se había despejado aunque las carreteras estaban completamente cubiertas de una mezcla de hielos, nieve que por el paso de los autos se convierte en un tipo de arena muy espesa y que se comporta como tal al rodar sobre ella y también nieve que parece talco.
A pesar de lo que pueda parecer y se podía pensar, estas condiciones permiten rodar con muy buen ritmo y una velocidad sorprendente pero que no se debe sobrepasar bajo ninguna circunstancia para no estar en problemas. Ver lo más que se pueda hacia el camino y el frente, especialmente en las curvas, y ser muy delicados con acelerador, volante y frenos es básico si se quiere evitar cualquier tipo de percance. Las llantas especiales para nieve y la tracción 4x4 ayudan en gran medida a lograr un buen viaje bajo control.
El siguiente día de Dease Lake a Whitehorse fue más de los mismo pero ya sin la nevada matutina que ayudó a rodar con tranquilidad durante los casi 650 kilómetros de esa etapa. De hecho al llegar a la "Alaska Highway", que de autopista no tiene mucho ya que sigue siendo una carretera de doble sentido y con casi las mismas condiciones de manejo. Aún así, su mejor trazo y mantenimiento permitieron llegar con rapidez a Whitehorse con tiempo para terminar de preparar las cosas para el último asalto hacia Inuvik.
1,200 kilómetros en los que podemos encontrar todo tipo de condiciones y aventuras. Hasta el momento la VW Amarok no ha presentado problema alguno con el frío y las condiciones climáticas salvo que alcanzar su temperatura de operación es mucho más tardado con el consumo de combustible que eso le significa.
Esperen más noticias del AMAROK CHALLENGE Cancún-Inuvik y síganos en Twitter @automovilonline para conocer el avance de este operativo al momento.
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