Publicado el 31/10/2011 19:15
El motor es un bóxer 2.0 litros de inyección directa con 197 hp, los cuales pasan al piso mediante una transmisión manual o automática de seis cambios. Y el tratamiento al frente es algo diferente al del BRZ, pero la única diferencia atrás es la falta de alerón. Y la verdad es que el GT 86 se ve bastante bien sin él.
Pero donde realmente se notan las diferencias es por dentro. Claramente, el Toyota tiene una cabina más equipada y, aunque quizá el tema bitono que escogieron, el soporte para iPhone, los interruptores y las carátulas blancas de los instrumentos en la consola central tiene un sabor retro.
Por supuesto, eso te costará no poder traer un sistema de navegación –al menos no de fábrica- pero este es el tipo de decisiones que harán que los compradores se inclinen por el Toyota GT 86 o por el Subaru BRZ.
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