Los conductores profesionales de carreras parecen ser que cada vez son más jóvenes. Cada año, la Fórmula Uno, por ejemplo, tiene como campeón a un titular con un nuevo récord para el ganador más joven de la categoría pero hoy tiene un campeón mundial más joven que nunca, la historia se lleva las palmas.
Madison Snow tiene tan solo tiene 15 años de edad. Muy joven, demasiado joven, en otras palabras, para obtener una licencia de conducir, pero para cuando la obtenga ya será todo un veterano al frente del volante. Este jovencito se llevó el oro en la Copa Desafío IMSA GT3 Cup. Al volante de un Porsche 911 GT3 Cup, un auto veloz y, sobre todo, muy complejo para controlar.
De hecho, no sólo ganó el título, lo dominó: La serie ni siquiera había terminado cuando el joven ya era toda una celebridad del volante, sobre todo después de terminar segundo esta semana en Laguna Seca y ya tiene el campeonato en la bolsa y puede "simplemente divertirse" en la Petit Le Mans en Road Atlanta la próxima semana.
Eso sería suficiente para cualquier madre orgullosa, pero tenemos la sensación de que la madre de Madison, Melanie Snow quiere aún más de su hijo, seguro quiere un ganador de la clase en Sebring y mucho más allá como publica de Daily Derbi.