Publicado el 15/06/2011 23:15
Lo primero que salta a la vista es que las formas ultraredondas del modelo anterior han quedado en el olvido, dando lugar a un diseño que, si bien deja claro que se trata de un Beetle, tiene una apariencia bastante moderna. Las líneas son mucho más cuadradas, lo que le da una apariencia más deportiva que sin duda busca aumentar el público masculino del Beetle.
Una de las consignas para diseñar este auto fue inspirarse en el original sin hacerlo un coche retro, sin duda una tarea difícil para cualquier marca y más cuando se trata de un auto tan icónico en el mundo. Así que ahora tenemos un Beetle con un techo más plano, más ancho y con un cofre más largo que lo convierten en un auto nuevo y diferente que mantiene el carisma que hizo tan popular al Beetle en el mundo. Además corrigieron dos de las mayores críticas del modelo pasado, la cajuela, que con 310 litros de capacidad ya tiene espacio suficiente para cuatro maletas medianas; además, la caida del poste C ahora es menos pronunciada, lo cual reditúa en un mayor espacio para la cabeza en la parte posterior.
Ensamblado en la planta de Volkswagen en Puebla, México, el Beetle carga sobre sus hombros la filosofía que la marca busca imponer a sus autos en el siglo XXI: causar emociones. Porque es un coche que llama la atención, no sólo por ser el nuevo Beetle –que se nota-, sino porque tiene un cierto sabor a chop top gracias a que la cintura es elevada y las ventanas no son muy altas, lo que crea la ilusión de ser auto con los postes recortados.
Además de doce colores para la carrocería –que se pueden mantener o combinar con el tablero y las tapas de las puertas- hay muchas opciones de personalización, pero la que más destaca es la posibilidad de elegir el nombre de la placa: Kafer, Bug, Escarabajo, Coccinelle, Fusca, Maggiolino y, por supuesto, Vocho.
Los interiores son amplios y con un diseño moderno, aunque podrían haber utilizado plásticos más suaves en puertas y tablero para lograr una mejor sensación en el habitáculo. Adentro encontramos varios claros homenajes al Vocho, como un tablero plano con una pequeña guantera en la parte superior (además de una más amplia un poco más abajo) y las clásicas agarraderas de goma en el poste B. Eso sí, el techo panorámico de la versión más equipada crea un ambiente completamente diferente al que tenía el Vocho.
En cuanto a motorizaciones hay seis opciones; cuatro de gasolina de 1.2 hasta 2.5 litros y dos diesel de 1.6 y 2.0 litros. A México sólo llegarán dos propulsores de gasolina, un 2.5 litros de aspiración natural y un 2.0 litros turbocargado. Habrá tres versiones diferentes, la de entrada se llama simplemente Beetle, lleva un motor cinco cilindros de 2.5 litros con 170 hp y transmisión manual de 6 velocidades. Le sigue el Sport, cuyas diferencias son meramente estéticas, a excepción de la transmisión, pues tiene la opción de montar la caja Tiptronic. El tope de gama es el Beetle Turbo, con un propulsor 2.0 litros de 200 hp y transmisión manual o DSG. Los precios van de 239 a 390 mil pesos y el Volkswagen Beetle comenzará a venderse en México a finales de julio o principios de agosto.
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