Publicado el 17/06/2011 14:33
En mi infancia tenía un Unimog de juguete y nunca entendí por qué el diminuto conductor que iba al volante sólo tenía cabeza y tronco. El resto era una masa indefinida. Después de pasarme un día conduciendo un Mercedes Unimog de 1961 de verdad, entiendo el motivo: tengo las piernas igual de molidas ...
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