El problema cuando un fabricante desarrolla y pone en el mercado un automóvil de alto performance, es que todos querrán compararse para arrebatarle la corona. Eso es lo que ha sucedido con el Nissan GT-R, el cual en el momento de su lanzamiento, ostentó excelentes niveles de performance, superando a prácticamente todos los ejemplares de su tipo y segmento.
Incluso los aspirantes a desafiar al GT-R, no solo han sido fabricantes oficiales, sino que también preparadores. Este ha sido el caso de Hennessey, preparador que eligió al GT-R como el punto de referencia a desafiar. ¿Y como lo hizo?
Poniendo dos turbocompresores y algo mas a un Cadillac Escalade. ¿Quieres ver el resultado? A continuación tienes el video. Eso si, para ser justos, se trata del GT-R 2011 con 485 caballos y no el actualizado modelo 2012 con 530.