Mini Countryman Cooper S: prueba a fondo

Publicado el 24/01/2011 18:15

 

Unidad probada

39,500 dólares

 

NOS GUSTA

Cabina espaciosa

Respuesta del tren motor

Calidad de marcha

 

NOS GUSTARíA

Más compartimentos

Precio más razonable

Asientos de mejor soporte

 

Intimidades           

A pesar de su simplificación, el iDrive no es intuitivo, hay que batallar un poco para lograr nuestra intención.

La cajuela tiene un doble fondo, para maximizar el volumen de carga.

El equipo de sonido viene firmado por Harman Kardon, garantía de fidelidad.

En ningún lado del auto y carrocería está un emblema que diga Countryman.

Los ajustes de asiento siguen siendo mecánicos. Por el precio, alguno debería ser eléctrico.

La palanca del freno de estacionamiento es rara y de un plástico que no casa con las pretensiones del interior.

 

 

Una imagen poderosa puede imponer tendencias y crear nuevos devotos. Pero cuando esa estampa resulta tan singular, tan única, es difícil escaparse al encasillamiento. Un riesgo que en Mini han sabido solventar no sólo con la segunda generación del exitoso retrocoche y sus consecuentes versiones como la Clubman o la Convertible. Pese a las variantes, el “esqueleto” base no había sufrido modificaciones serias -Clubman sólo a lo largo-, hasta ahora.

Dado el furor todavía pujante por las carrocerías SUV, Mini arriesga y plantea su punto de vista respecto a lo que podría ser una camioneta familiar, donde el estilo retro y único predomina en todas las esquinas.

 

MÁS TAMAÑO

Para dar cabida a cuatro adultos, los ingenieros tuvieron que incrementar cotas y recalcular la plataforma para elevar sus capacidades de carga, torsión y flexión. Ello refleja un aumento en distancia entre ejes (13 cm), ancho (10.4) y alto (15.6); el largo total supera los cuatro metros (411 cm), una ganancia de 41 cm respecto al Mini normal.

Este crecimiento concede una cabina muy amplia frente al claustrofóbico Mini de primera generación. Otra ventaja conseguida fue el espacio para acomodar el segundo eje de tracción, lo que otorga mayor dinamismo en caminos de baja adherencia.

En honor a la verdad este Countryman no está concebido para rodar en senderos agrestes, si acaso, caminos de tierra con algunas piedras e irregularidades. Porque de otra manera se daña la bella pintura, la curvilínea carrocería o los enormes rines de 18 pulgadas. Además, los neumáticos dispuestos no aportan ningún agarre cuando el pavimento deja de existir. De esta manera, el Countryman conserva la imagen de juguete como su donante el Mini, con algo más de practicidad.

 

HUELLA GENÉTICA

Pese la herencia estética en casi todos los detalles -faro, calaveras, interiores, tablero, relojes, palancas y mandos-, el nuevo Mini luce robusto, musculoso, como si fuese criado para lucha grecorromana. Afortunadamente, este mayor tamaño le permite más versatilidad en la carga -la cajuela resulta más decente- y el acomodo de cuatro a cinco pasajeros de talla adulta, algo impensable en el conocido Mini.

Entre las novedades del habitáculo figura la inclusión de un riel al centro del piso capaz de acomodar varios aditamentos a manera de compartimentos. Son pequeños, pues sólo acomodan vasos, ceniceros, estuche para lentes y soportes para teléfonos celulares. Coquetos y prácticos.

 

 

CORAZÓN VIBRANTE

Para su movilidad, nuestro ejemplar analizado -el tope de gama- dispone del efectivo cuatro cilindros de 1.6 litros con inyección directa turbocargado que eroga 184 HP. Esta energía la dosifica una transmisión automática de seis relaciones que para nuestra alegría monta la paletas de cambios tras el volante y ofrece tres modos: Normal, Sport y Manual.

La tracción es posible en las cuatro ruedas, aunque las delanteras gozan de primacía sobre las traseras; un eje emergente. Su sincronización corre por cuenta de un embrague multidisco de control electromágnetico.

Al rodar en buenos asfaltados y poca exigencia de curvas, el Mini se comporta casi como un tracción delantera. Y si el control de tracción o estabilidad percibe una desigualdad de velocidades o merma de adherencia, el segundo eje actúa para conservar la línea trazada. Excelente.

En la práctica casi no hay diferencias en cuanto a la reacción casi telepática de su hermano, pues la dirección apunta tan pronto giramos el volante. Gracias a la viveza del 1.6 litros y el excelente escalonamiento de la caja, el ritmo puede ser alegre y rápido tan sólo desearlo; pervive el nervio del Cooper S.

 

Sin embargo, al acometer curvas de radio cerrado surge un evidente balanceo, acusado más por la menor sujección de los asientos. Ello nos obliga a estimar mejor nuestra conducción velocista, ya mediante prudencia o asegurando nuestras caderas vía la pierna izquierda contra el pedal muerto.

En cuanto a la marcha, califica de firme pero está agradecidamente alejada de la observada en el Mini Cooper S, pues absorbe de mejor manera los baches y topes, aunque a veces presenta un choque seco en hoyancos extremos. Nada de cuidado, pero apreciable al interior o al rodar con cierta celeridad.

Mientras, los frenos cumplen sobradamente en caso de emergencia, aunque al final de nuestras pruebas ya lucían una ligera fatiga, producto de una masa considerable de 1,540 kg.

MANEJO Y ESTILO

Honestamente, la sensación de manejo es próxima a la de un Mini pero con una carrocería digamos convencional en su tamaño y forma. Donde brilla es en el estilo, ya exhibido en los Mini, aunque en ciertos puntos todavía no logra una buena nota de calidad pues algunos plásticos no satisfacen y la ergonomía no es la carta fuerte del puesto de conducción.

El Countryman no pierde diversión ni alegría y mejora la nota al ofrecer verdadero espacio para cuatro adultos. Pero todavía hay elementos de mejora como una cajuela más grande o un precio más razonable. Porque el desembolso de casi 500 mil pesos por esta versión resulta muy difícil de conciliar cuando se vienen a la mente ejemplares tan competentes como una Renault Koleos, una Honda CR-V, incluso una VW Tiguan con mayores capacidades.

Claro, la exclusividad y el fanatismo pueden mantener viva a una marca, si no pregúntele a la gerencia de Mini en cualquier parte del mundo.

 

 

 

FICHA TÉCNICA DEL MINI COUNTRYMAN

Motor  
Situación Delantero transversal
Nº de cilindros Cuatro en línea
Bloque / cabeza Aluminio / aluminio
Distribución DOHC, 16 válvulas, VVT
Alimentación Inyección directa, turbocargador e intercooler
Cilindrada 1,598 cc / 1.6 l
Diámetro x carrera 77.0 x 85.8 mm
Compresión 10.5:1
Combustible Gasolina, 92 oct
Potencia máxima 184 HP a 5,500 rpm
Par máximo 240 Nm (177 lb-pie) entre 1,600 y 5,000 rpm
Transmisión  
Caja Automática, 6 velocidades
Tracción Integral, eje emergente
Embrague Convertidor de par
Relación diferencial 3.68 :1
Bastidor  
Susp. del. MacPherson c/brazo “L”
Susp. tras. Multibrazo, 3 elem.
Elem. elástico Resortes helicoidales
Estabilizadora del / tras. Sí / sí
Frenos del. Discos vent., 307 mm
Frenos tras. Discos sólidos, 280 mm
Asistencias ABS, DSC, DTC
Dirección Eléctrica
Giros / ø volante 2.5 / 37 cm
Diámetro de giro 11.6 m
Neumáticos 225/45 R18 91V
RENDIMIENTOS  
Vel. máxima 205 km/h
Acel. 0-100 km/h 8.3 s
Consumo urbano 9.7 km/l
Consumo extraurbano 16.1 km/l
Consumo medio 12.9 km/l
Emisiones de CO2 180 gr/km

www.automovilonline.com.mx :

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